Supongamos que estás buscando una vivienda, ya sea para comprar o para
alquilar. Y supongamos también que estás cansado de ver casas y no sabes con
cuál quedarte. O lo que es peor, ante una inversión que consideras trascendental
te da miedo equivocarte. Pues bien, en este artículo te vamos a enseñar los
aspectos que debes valorar en una primera visita para que no se te escape nada
y asegures tu inversión.
Evidentemente, el primer aspecto a valorar en cualquier caso es el coste
económico, tanto en caso de compra como de arriendo. Supongamos que solo
visitas casas que se ajustan a tu presupuesto.
Existen dos perfiles de comprador o arrendatario, el que busca una casa
terminada o en relativo buen estado, digamos a falta de elementos
decorativos, ambientación y mobiliario. Y el que busca una para reformar
con el objetivo de adaptarla plenamente a sus necesidades, gustos y
personalidad.
Para este último, el estado actual del inmueble no es tan importante como el
“contenedor” en sí. En España este perfil es más habitual en la compra que en
el arriendo, y considero importante desmontar un tópico existente en este
concepto: un inmueble para reformar no quiere decir que esté semidestruido o
sea de baja calidad.
1) Aspectos a valorar en un inmueble terminado
Distribución y superficie
Si bien la superficie total tiene importancia es un error valorar
este dato de forma aislada. La superficie total, útil o construida, debe ser
tenida en cuenta junto a la comodidad o virtudes que nos ofrece la distribución
de espacios, que en el caso de una casa terminada es más importante que la
propia superficie total.
No siempre el inmueble de mayor superficie se adaptará mejor a nuestras
necesidades, si buena parte de la misma se desperdicia en espacios como
pasillos o se destina a usos que para nosotros no son trascendentes. Por tanto,
en inmuebles terminados, debemos valorar la distribución de espacios antes
que la superficie total de la casa.
La mejor orientación no "es sólo una"
El aprovechamiento de la luz solar es de los factores que más positivamente
se valora en una casa.
Pero erróneamente tendemos a valorar la orientación sur como “buena” y el
resto como “malas”. Debemos pensar en la ubicación geográfica del inmueble
y el “movimiento del sol” para esa latitud, y compararlo con nuestra forma de
vida, horarios y preferencias.
Hay gente a la que le gusta levantarse con el sol en la cara: para estos
casos la orientación este es la recomendada. En lugares calurosos y estancias
estivales, quizá tu orientación idónea sea este o norte. Si prefieres lugares
frescos y trabajo en casa, orientación oeste es la tuya.
Calidades y acabados
Aparte de aspectos de calidad en todo aquello que se ve y percibe podemos
valorar otros que en el pasado se desatendían y sin lugar a dudas tienen gran
importancia: los aspectos energéticos. Dada la obligatoriedad de emitir
un Certificado Energético en todas aquellas viviendas en venta/alquiler
podremos conocer y valorar en qué situación se encuentra este aspecto.
Posibilidades a la hora de amueblar
En este tipo de casas, este es, junto con algún detalle decorativo, el único
ejercicio de imaginación o anticipación al resultado final. Quizás cuando
la visitemos, la casa esté vacía o con mobiliario que se retirará. Debemos hacer
una composición final para anticiparnos al resultado futuro y valorar la
viabilidad del mismo, sus pros y contras. Suele ser recomendable y muy
ilustrativo hacerse con un plano del inmueble y colocar “encima” muebles de
medidas estándar, aunque sea dibujando a mano alzada.
2) Aspectos a valorar en una vivienda para reformar
Antes de entrar en detalle te recomiendo una lectura muy apropiada si andas
a la búsqueda de casa para reformar: 4 claves para la selección de materiales
constructivos y acabados en una vivienda.
Superficies y volúmenes
A diferencia del primer caso, en casa para reformar cobra mayor importancia valorar
una superficie total y distribución como espacio contenedor más que por
estancias. Es importante analizar el espacio en tres dimensiones, con la
altura, no sólo como elemento plano 2D. Todos estos aspectos serán tenidos en
cuenta en base a posibilidades o potencial de cara a la futura casa.
Orientación
Exactamente lo mismo que en el caso anterior. Aunque ahora añadimos una
nueva posibilidad a tener en cuenta: intervenir en la apertura de huecos en
fachadas, si el caso lo permite, de cara a explotar las virtudes de la
orientación solar que más nos convengan.
Instalaciones
Tendremos en cuenta el estado o existencia de las acometidas eléctricas y de
agua, así como la instalación de saneamiento y ventilación. En muchos casos la
posible reforma girará en torno a ello pudiendo estar el resultado final
condicionado, sobre todo económicamente, al estado de las mismas.
Elementos estructurales
Localizaremos y estudiaremos todos aquellos elementos estructurales, por
consiguiente no susceptibles de cambio, tales como pilares, vigas, muros o
apeos. Al igual que en el caso anterior, podrían llegar a condicionar el
proyecto final con una presencia importante, de ahí la necesidad de conocer sus
pormenores.
Para terminar, responderé a una pregunta que me han hecho en multitud de
ocasiones sobre qué tipo de casa recomiendo comprar o alquilar: nueva o para
reformar.
Personalmente, no podría vivir en una casa que no fuese una extensión de mi
personalidad. Si existe algo que se debiera adaptar plenamente a nuestros
gustos, pasiones, costumbres o hábitos más elementales es nuestro hogar.
Difícilmente conseguiremos todas estas ventajas en una vivienda que no ha
sido concebida para nosotros. Si bien una casa terminada también se puede
adaptar, no sería tan flexible, y genéricamente podríamos decir que saldría más
caro.
Dicho esto, mi postura y respuesta siempre es rotunda: vivienda
reformable. No obstante cada cual debe valorar su caso particular y las
posibilidades de adaptación del inmueble en cuestión.